Qué es y para qué sirve la Mezcalina | EDABEA

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LA MEZCALINA

La mezcalina es un alcaloide psicodélico que se encuentra naturalmente en varias especies de cactus, principalmente en el peyote (Lophophora williamsii), pero también en otras plantas como el San Pedro (Echinopsis pachanoi) y la Peruvian Torch (Echinopsis peruviana). Es conocida por sus efectos alucinógenos y se ha utilizado durante siglos en ceremonias religiosas y rituales por los pueblos indígenas de América del Norte y Central.

La mezcalina fue aislada por primera vez en 1897 por el químico alemán Arthur Heffter, quien la identificó como el compuesto activo del peyote. Desde entonces, la mezcalina ha sido objeto de estudio por parte de científicos y psicólogos interesados en sus efectos sobre la mente y el comportamiento humano.


Cuando se consume, la mezcalina puede producir una amplia gama de efectos psicológicos, incluyendo alteraciones en la percepción visual, auditiva y táctil, así como cambios en la conciencia y la cognición. Los efectos de la mezcalina pueden durar varias horas, dependiendo de la dosis y la forma de administración.

Aunque la mezcalina se ha utilizado en ceremonias religiosas y rituales durante siglos, su uso también ha sido objeto de controversia y prohibición. En muchos países, la mezcalina y los cactus que la contienen están controlados por ley y su posesión, venta y consumo puede ser ilegal.

Las variedades de cactus que contienen la mayor cantidad de mezcalina son el peyote (Lophophora williamsii), el San Pedro (Echinopsis pachanoi) y la Peruvian Torch (Echinopsis peruviana).

Peyote:

El peyote (Lophophora williamsii) es una planta cactácea que contiene mezcalina y es utilizada tradicionalmente en ceremonias religiosas y espirituales por los pueblos indígenas de América del Norte, como los Huicholes, los Tarahumaras y los Navajos. En los Estados Unidos, el peyote está protegido por la Ley de Libertad Religiosa de 1993, que permite a los miembros de la Iglesia Nativa Americana consumir peyote como parte de sus ceremonias religiosas.

En el caso del peyote, el porcentaje de mezcalina puede variar entre un 2% y un 6% de su peso seco, lo que significa que una dosis típica de 10 a 20 gramos de peyote puede contener entre 200 y 1200 miligramos de mezcalina.


Sin embargo, la posesión y el consumo de peyote fuera de un contexto religioso puede ser ilegal en algunos estados de los Estados Unidos. Además, la recolección de peyote silvestre en la naturaleza está prohibida en muchos estados debido a la sobreexplotación de las poblaciones naturales de peyote.


En algunas regiones del suroeste de los Estados Unidos, como Texas y Nuevo México, se han establecido viveros que cultivan peyote para su uso religioso por parte de los miembros de la Iglesia Nativa Americana.


En la actualidad el peyote (Lophophora williamsii) se encuentra en peligro de extinción debido a la sobreexplotación y el comercio ilegal. Aunque su distribución original se encuentra en México, también se encuentra en algunas regiones de los Estados Unidos, particularmente en el sur de Texas y en Nuevo México.

Debido a la creciente demanda del peyote para fines religiosos y espirituales, así como para su uso recreativo y terapéutico, la recolección ilegal y la degradación del hábitat están poniendo en riesgo su supervivencia en la naturaleza. Además, la sobreexplotación de las poblaciones silvestres de peyote puede afectar a las comunidades indígenas que dependen de esta planta para sus ceremonias religiosas y espirituales.

En respuesta a esta situación, algunos grupos de personas y organizaciones están trabajando para proteger el peyote y fomentar su conservación. Algunas iniciativas incluyen el cultivo de peyote en viveros controlados y la educación sobre la importancia cultural y ecológica del peyote en su hábitat natural.

San Pedro:

El nombre científico actualmente aceptado del San Pedro es Echinopsis pachanoi, no Trichocereus pachanoi. Ambos nombres fueron utilizados en el pasado para referirse a esta especie de cactus, pero ahora se considera que Echinopsis es el género correcto.

El San Pedro (Echinopsis pachanoi) también se conoce como "huachuma" en quechua, y como "wachuma", "achuma" o "aghuacolla" en otros idiomas indígenas de América del Sur. En algunos países, también se le conoce como "cactus de San Pedro", "cactus de los apóstoles" o simplemente "San Pedro".

La antorcha peruana (Echinopsis peruviana) también se conoce como "huachuma", "peruvian torch" en inglés, y como "achuma" o "wachuma" en quechua y otros idiomas indígenas de América del Sur. En algunos lugares también se le conoce como "cardón" o "cactus cardón".

En el caso del San Pedro y el Peruvian Torch, el porcentaje de mezcalina es un poco menor, generalmente entre un 0,1% y un 1% de su peso seco. Sin embargo, estos cactus son mucho más grandes que el peyote, lo que significa que pueden contener una cantidad significativa de mezcalina en términos absolutos.

Es importante tener en cuenta que los porcentajes de mezcalina pueden variar entre diferentes muestras de cactus y dependen de varios factores, como la edad, el tamaño, la región geográfica y las condiciones ambientales en las que crecen los cactus. Además, la extracción de la mezcalina de los cactus puede ser un proceso complicado y requiere experiencia y conocimientos especializados.

Usos y costumbres:

No hay una fecha específica que marque el inicio del uso recreativo de la mezcalina, ya que su uso ha estado vinculado a prácticas ceremoniales y rituales durante siglos por parte de los pueblos indígenas de América del Norte y Central. Sin embargo, el uso de la mezcalina con fines no ceremoniales se popularizó en el siglo XX, especialmente en las décadas de 1950 y 1960, cuando los psicodélicos en general, y la mezcalina en particular, comenzaron a ser estudiados por científicos, médicos y psicólogos.

En la década de 1950, la mezcalina ganó popularidad entre los intelectuales, artistas y escritores de la contracultura, quienes exploraron sus efectos psicodélicos y su potencial para ampliar la conciencia y la creatividad. En 1954, el psiquiatra Humphry Osmond, quien también acuñó el término "psicodélico", administró mezcalina a Aldous Huxley, autor de la novela "Un mundo feliz", quien escribió sobre su experiencia en el libro "Las puertas de la percepción". Este libro, junto con otros trabajos como "El manuscrito de los tiempos" de Leary, Metzner y Alpert, contribuyó a popularizar el uso de la mezcalina y otros psicodélicos en la cultura popular.

A pesar de su popularidad, el uso recreativo de la mezcalina y otros psicodélicos fue objeto de controversia y críticas, y en la década de 1960, la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) prohibió su uso en la investigación y la práctica clínica, lo que llevó a la prohibición de su uso recreativo en muchos países. Desde entonces, la investigación científica sobre los psicodélicos ha experimentado un resurgimiento, y la mezcalina se está investigando actualmente por su potencial terapéutico en el tratamiento de trastornos psiquiátricos como la depresión, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático.


La mezcalina, como otros psicodélicos, actúa en el cerebro de manera diferente a la mayoría de los medicamentos psiquiátricos tradicionales. En lugar de actuar como un "apagador" de síntomas, la mezcalina puede actuar como un "amplificador" de la conciencia y los pensamientos, lo que puede permitir a los pacientes abordar sus problemas desde una perspectiva más amplia y profunda.

Además, la mezcalina se ha demostrado que aumenta la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar en respuesta a nuevas experiencias, lo que puede ser útil para tratar trastornos mentales que implican patrones de pensamiento y comportamiento arraigados.

En los estudios clínicos, se está investigando el uso de la mezcalina en combinación con terapia psicológica, lo que se conoce como terapia asistida por psicodélicos. Los resultados preliminares sugieren que la mezcalina puede ser efectiva para reducir los síntomas de depresión y ansiedad, y para mejorar la calidad de vida de los pacientes con TEPT.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la investigación sobre los efectos terapéuticos de la mezcalina está en una etapa temprana y se necesitan más estudios para evaluar su seguridad y eficacia a largo plazo. La mezcalina sigue siendo una sustancia controlada en muchos países y su uso terapéutico solo es legal en algunos lugares bajo supervisión médica.

Ceremonias:

Las ceremonias indígenas en las que se consume mezcalina son muy diversas y varían dependiendo de la cultura y la región. La mezcalina se consume tradicionalmente en ceremonias religiosas y espirituales de diversas culturas indígenas de América del Sur, como los pueblos Quechua, Aymara y Mapuche.

En general, las ceremonias en las que se consume mezcalina suelen estar dirigidas por un guía espiritual o curandero que ayuda a los participantes a navegar por su experiencia con la sustancia. Los rituales pueden incluir cantos, oraciones, meditación, danzas, purificación y otros elementos que buscan fomentar la introspección, la conexión con la naturaleza y la sanación espiritual.

Ceremonia Mapuche


En la cultura Quechua, por ejemplo, la mezcalina se consume en ceremonias de "mesada" o "velada", que pueden durar varias horas e involucrar a toda la comunidad. Durante estas ceremonias, se ofrecen ofrendas a los dioses y se realizan oraciones y cantos en quechua. Los participantes también pueden beber té de hierbas y seguir una dieta especial antes y después de la ceremonia.

En la cultura Mapuche, la mezcalina se consume en ceremonias conocidas como "machitún", que se realizan para buscar la protección espiritual y la curación de enfermedades. Estas ceremonias incluyen cantos, danzas y ofrendas a los espíritus protectores de la naturaleza.

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