Psilocybes, manual de cultivo

Poco después del redescubrimiento de los hongos enteogénicos en México por parte de R.G. Wasson, que en la noche del 29 de junio del año 1955 fue iniciado en una velada fúngica de la mano de la sabia mazateca María Sabina, empezó a ensayarse el cultivo de los hongos mágicos en un laboratorio. Este paso fue dado por Roger Heim, micólogo, humanista y director del Museo de Historia Natural en París, quien había acompañado a los Wasson en una de sus expediciones a México para proporcionar asesoramiento en la identificación de las nuevas especies de hongos enteogénicos, desconocidos hasta la fecha por la botánica occidental.

Roger Heim no sólo llevó a cabo el cultivo de los psilocybes por curiosidad o por interés botánico, sino que esta cosecha sirvió para que Albert Hofmann -eminente químico suizo descubridor de la LSD-, pudiera contar con el material de base que le conduciría a aislar los dos principios activos de los niños santos: la psilocibina y la psilocina.

Pasados los años, tras el engañoso anuncio por parte de las autoridades norteamericanas de que el consumo de LSD-25 producía efectos teratógenos, mucha población psiquedélica norteamericana emprendió la búsqueda de alternativas 'naturales' a los compuestos químicos enteodélicos. En esa época surgió un manual de cultivo de hongos en interior, firmado por Oss y Oeric, un manifiesto psiconáutico y metafísico que se haría famoso y que contenía detallada información sobre el cultivo de psilocybes utilizando ollas a presión para el proceso de esterilización, agar, sustratos en grano y placas de petri para el desarrollo del micelio y la fructificación de hongos. Si bien las técnicas expuestas en este libro no estaban al alcance de todos, sí que sirvió para posibilitar un primer paso en el cultivo descentralizado de hongos enteogénicos en occidente -salvando así su escasez en la Naturaleza, así como la distancia a la que se encontraban los hongos que crecen de forma espontánea en el monte.

Ya en los años 90, otra técnica de cultivo hizo su entrada en escena: se trataba del método de cultivo de Psilocybe Fanaticus (también conocido como PF Tek). Se trataba, esta vez, de un método al alcance de un público más amplio, por tratarse de un procedimiento más sencillo que requería de muy poco material de cultivo, y que evitaba en gran medida los riesgos de contaminación al simplificar los pasos en el proceso de cultivo.

En el presente manual de cultivo los autores hacen eco de todos estos métodos, y los completan con una amplia y digna exposición de las técnicas de cultivo en interior y exterior de los psilocybes, unos hongos visionarios que han sido sagrados para muchas culturas, tanto chamánicas como religiosas, desde los tiempos más inmemoriales.